EN ESTE DIA TAN TRISTE PARA TI, YO ESTOY CONTIGO JULIAN ALMONTE
Yo te extrañare
tenlo por seguro
fueron tanto bellos y malos momentos
que vivimos juntos.
los detalles las pequeñas cosas
lo que parecia no importante
son las que mas invanden mi mente
al recordarte.



Uhhhh! ojala pudiera devolver el tiempo
para verte de nuevo
para darte un abrazo
y nunca soltarte
mas comprendo que llego tu tiempo
que Dios te ha llamado
para estar a su lado
asi el lo quisooo
pero yo nunca penseee
que doliera tantoooo



Ya no llores por mi
yo estoy en un lugar
lleno de luz
donde existe paz
donde no hay maldad
donde puedo descansar.
No llores por mi
estan bello aqui
( con calma ire)
quiero que seas feliz
que te valla bien
y cuando
te toque partir
espero verte aqui

Yo te extrañare
tenlo por seguro
como pensar que la vida
puede terminar
en un segundo
la vida es polvo
puede esparcirse
en un momento
nada trajiste
nada te llevas
solo lo que habia dentro

A esta o este Pedernalense que se hace identificar como ausente, gracias de corazón por haber tenido presente una fecha tan importante e inolvidable para mi, fecha que definitivamente deja marcado para siempre a los seres humanos, cuando un ser querido de esa naturaleza, como lo es la madre, y, como fue mi madre, mujer impoluta, madre, amiga e inigualable consejera, se va fisicamente de nuestro lado para estar al lado del Señor, Padre y Dueño de todos nosotros. A él no podemos cuestionarle sus decisiones.

Gracias de verdad.

JAlmonte.-




A ti, mamá, hoy, a 2 años de tu muerte:

Mamá: Talvez he dejado de amar las canciones hechas para la vida y me he quedado a morir en la angustia de tu ausencia. Es que ya no sé lo que soy ni lo que seré porque tú no estás. Pero quiero decirte, que siempre te recordaré como aquella mujer, amiga, madre y consejera que fuiste, inigualable e insuperable. Serena como el manantial a la llegada del alba, quieta como un rio al recibir la aurora de un dia de verano.
Gélida, madre mia por siempre, ¡cómo quisiera cambiar esta angustia que siento por dentro!. Pero hoy que han transcurrido dos años desde que te has mudado para estar al lado del Señor, me he dado cuenta que curarme de dicha angustia sin ti, vale mejor seguir viviendo y recordando todos esos momentos de felicidad que viví contigo, mamá. Lo alegre que te ponías cuando te cargaba, la brillantez en tus ojos cuando me veías llegar, y, de igual manera, la tristeza que reflejaban cuando por cualquier circunstancia no te dabas cuenta si había comido o no. Por esto y por tantas cosas más, es, mama, que serás mi madre eterna. Y lo vale mejor así, porque sé que algún dia estaré también junto a ti, porque para mi, tú no has muerto, madre mia, lo que se ama nunca muere, y aqui en la tierra estamos sólo de paso.

Porque siempre predicaste el amor puro, que también es eterno y que ha existido, incluso, antes que la humanidad misma. Ese amor que sembraste en mi y todos tus hijos, y en cada una de las personas que conociste. Tú, Gélida, madre insuperable y amada, siempre buscaste al prójimo como amigo no como perfecto, porque sabías bien que perfecto sólo es Dios, y por esto decidiste estar a su lado, porque es la Autoridad Suprema del Universo. Por eso tu ida la tomé como una mudanza, una invitación del todo poderoso para compartir junto a él y a todos los ángeles, tu alegría y tu amor eternos, en el paraíso celestial.

Eras tú, mamá, la mujer que todos en tu barrio y tu comunidad querían, llamaban, buscaban y que siempre anhelaban una sonrisa o una anécdota tuya, por tu serenidad y sutileza para contarla.

Me llena de orgullo el que hayas sido mi madre. Me llenó de orgullo aquel dia cuando te despedíamos, que escuché decir a una señora amiga, que tú, mamá, eras “una mujer tan buena, tranquila y silenciosa, no le hacías mal a nadie. Eras tan tal, que hasta cuando caminabas lo hacías "al pasito para no ofender ni a la tierra”.
Fuiste una mujer inmensamente fuerte, porque tuviste una riqueza espiritual extraordinaria, que posiblemente ni tú lo sabías. Te desprendiste siempre de lo que tu corazón te pedía: hacer el bien.

Así mama, que allí donde estás hoy, te pido la bendición y quiero que estés segura que siempre te querré y te recordaré como la madre y amiga ejemplar que fuiste.

Sigue en tu descanso, mamá.

Tu hijo,

Julián Almonte Pérez.-